SALMONELLA.
¿Qué es?
La salmonelosis es un tipo de intoxicación alimentaria
causada por la bacteria salmonella (bacterias que por lo
general viven en los intestinos de los animales y humanos y se expulsan a
través de las heces). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son los
reptiles junto a los pájaros los portadores principales.
Causas
Cualquier alimento puede estar
infectado por la bacteria salmonella, si es manipulado por una persona
infectada con las manos sucias o si el alimento entra en contacto con otros que
están contaminados, es lo que se denomina como “contaminación cruzada”.
Generalmente la mayoría de personas se infecta por comer
alimentos que han sido contaminados.
Al tratarse de una infección intestinal, la bacteria
también se encuentra en las heces de personas infectadas, por eso la higiene
personal cobra especial relevancia durante y después de pasar la enfermedad, ya
que el no lavarse las manos después de ir al baño y manipular alimentos puede
ser el origen de infecciones en otras personas.
Dado que las altas temperaturas favorecen el crecimiento
y desarrollo de estos microorganismos, la mayoría de los casos suelen
producirse en verano.
Síntomas
Según la OMS en la mayoría de los casos, la bacteria
provoca infección intestinal sin sobrepasar el resto de mecanismos defensivos
del organismo.
Los síntomas son relativamente leves y los pacientes se
recuperan sin tratamiento específico. Sin embargo, en algunos casos,
particularmente en niños pequeños y en ancianos, la deshidratación causada
por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida.
Los síntomas pueden comenzar entre las 6 y 72 horas
después de la ingesta de Salmonella. Habitualmente la enfermedad
dura entre 2 y 7 días.
Y los síntomas pueden ser:
·
Cólicos.
·
Sensibilidad o dolor abdominal.
·
Escalofríos.
·
Diarrea
·
Fiebre.
·
Dolor muscular.
·
Náuseas.
·
Vómitos.
Entre las recomendaciones que dan los expertos para
aliviar los síntomas destacan:
·
Beber abundantes líquidos para que el cuerpo este
protegido frente a la deshidratación.
·
Ingerir comidas poco copiosas y exentas de grasa.
·
Reposo.
Prevención
La OMS aconseja el control en todas las etapas de la
cadena alimentaria, desde la producción agrícola hasta la elaboración,
fabricación y preparación de alimentos, tanto en establecimientos comerciales
como en los hogares.
En los hogares la prevención comienza
con un buen almacenamiento de los alimentos y continúa con aspectos como
lavarse las manos antes de cocinar y usar guantes al manipular los excrementos
de los animales domésticos.